jueves, 29 de agosto de 2019

Ha nacido una estrella - contacto Cupra Ateca



La llegada de Cupra en 2018, como marca, me pilló totalmente de improviso; un buen día abro Facebook y me sale una notificación que anuncia que Seat acaba de hacer ascender a la gama deportiva a marca con todas las de la ley, al estilo de Fiat con Abarth. Reconozco que, en un primer momento, me dejó bastante perplejo, pues en un mundo cada vez más necesariamente pendiente de las emisiones de los motores de combustión, arriesgarse a lanzar algo así parece poco más que un contrasentido, y más si tenemos en cuenta los números del único modelo disponible hasta la fecha. La cosa empezó a aclararse cuando en el último Salón del Automóbil de Barcelona pude ver de cerca su primer modelo original, el Formentor y descubrí que montará un motor híbrido... nos guste o no, la nueva deportividad va a pilas!.


Qué ganas de que llegue a las carreteras! por diseño exterior está destinado a crear tendencia en el mundo SUV, como hizo en su día el León de Da Silva entre los compactos y, en el interior, parece que aún será demasiado deudor de Seat, aunque los aireadores tienen una forma que recuerdan al Lambo Urus que dicen mucho de su futuro carácter.


Pero por ahora nos tenemos que "conformar" con esta especie de Ateca hipervitaminado al que se le han realizado unos pocos cambios exteriores para poder diferenciarlo: el logo en color cobre, unas llantas exclusivas y cuatro tubos de escape para que el motor de 300 CV pueda respirar a gusto.


En el interior, ídem, pues es calcado a cualquier otro Ateca, si exceptuamos el símbolo que luce el volante.


Y no nos olvidemos de los asientos, espectaculares se miren por donde se miren. La guasa es que éstos son los que trae de serie, pues por 1.600€ es posible pedir otros que parecen directamente sacados de un vehículo pensado para competir en circuitos.


El caballaje proviene del multiusos motor de gasolina y dos litros que el grupo VAG reserva para sus versiones más prestacionales y que aquí se combina con la tracción 4x4. El cambio es el automático DSG de 7 marchas, junto al también habitual selector que te permite cambiar entre modos Normal, Nieve, Off-Road, Sport y otro adicional que viene marcado con una bandera a cuadros, una especie de Sport +. Curiosamente, no incorpora modo ECO, quizás por que ya sería demasiado contrasentido...


Como la prueba va a ser corta, no me ando por las ramas y me voy directo al modo salvaje (como se puede apreciar en la foto) y, como mucho, alternaré entre el modo automático y el de cambio de levas desde el volante. Igualmente, aunque el cuadro digital admite varias configuraciones, me voy a quedar con la que creo que más encaja con el coche, la que muestra un gran cuentarrevoluciones en el centro con la velocidad en grandes números dentro. En seguida me doy cuenta de que puedo dejar con total tranquilidad el cambio en modo automático, pues el sistema DSG es perfecto: el coche responde a la posición del acelerador de una forma absolutamente natural, sin resbalamientos o retardos, mantiene marchas, reduce -con el consiguiente petardeo del tubo de escape-... vamos, que lo hace igual que lo harías tú si te empeñas en juguetear con las palanquitas que monta tras el volante.


La fuerza del motor es el perfecto aliado del cambio automático. Imagino que sobra decir que la capacidad de aceleración es inacabable y que siempre tienes reserva de potencia más que suficiente para apretar el acelerador y salir como alma que lleva el diablo... y eso que tiene un peso de 1.600 kilos, unos 100 más que cualquier otro Ateca. Y qué bien suena el motor! sin duda, uno de los mayores placeres con los que te obsequia este tipo de coches. Da igual en que rango de revoluciones te muevas, siempre emite un rugido que te pone a tono. Abajo no es escandaloso, pero si le pisas con ganas seguro que más de uno girará la cabeza a tu paso pensando que acaba de pasar por su lado algún deportivo de esos que superan por poco el metro de altura. Por lo demás, todo lo aplicable al Seat Ateca -ver su correspondiente entrada del blog AQUI- sirve para este Cupra y también su principal defecto, lo inclinado que está el volante respecto al asiento y que lo hace "raro" de usar. También me ha sorprendido la amortiguación, pues incluso en este modo radical tiene una primera parte blanda que lo hace muy cómodo en ciudad; sinceramente, me esperaba que sería una tabla desde el primer centímetro de recorrido y no es el caso, conserva el excelente equilibrio del modelo de origen, aunque con su aspecto no me hubieran sobrado algunos puntos más dureza. Aún así, esta buena combinación de chasis/amortiguación hace que se sienta muy a gusto en el antiguo circuito de Montjuic, ya sea en la inclinada y curvada "recta" principal o en la ratonera zona de la bajada de la Font del Gat.


La verdad es que un producto bastante inclasificable e indefendible... vale la pena pagar los casi 45.000€ que cuesta? el Ateca más potente tiene 190 caballos y se acerca a los 40.000 € con facilidad, con lo que por la diferencia obtienes 110 caballos adicionales, potencia a la que muchos pequeños urbanos no llegan por sí solos, como el prota de la anterior entrada, el Peugeot 108. Cierto es que la combinación es única -hasta un Kodiaq RS tiene sólo 240 y es más caro-, pero se diferencia en tan poco del modelo base que podría pasar por un acabado extra como lo era hasta hace poco... lo que es seguro es que es una excelente tarjeta de presentación de una nueva marca que dará que hablar.


Y hasta aquí esta entrada. Puesto que parece claro que un SUV con 300 caballos es un deportivo, veo la apuesta y la subo con la siguiente pregunta: si tiene 400 CV, un SUV es un deportivo?.

En breve, más sensaciones al volante en mi blog!.





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