martes, 16 de febrero de 2021

El truco final - prueba Fiat Tipo SW.




Aprovechando que tenía que hacer esta review del Tipo, le he echado un ojo a la actual gama de Fiat y la verdad es que he advertido que resulta bastante inusual. Todas las marcas intentan seguir un mismo patrón, esto es, tener al menos un representante en cada uno de los segmentos y realizar un gradual desplazamiento del peso comercial de las berlinas a los SUV, con el caso aparte del grupo VAG, que juega al ataque total copando con todas sus marcas todas las opciones. Todo los fabricantes? no! uno de la antigua Italia parece ir muy por libre. Así, resulta que Fiat tiene dos representantes en los cada vez más diezmados urbanos, con el Panda y el muy fashion y cool 500 -que incorporará, además, el primer eléctrico de la marca- y obvia a los antaños imprescindibles polivalentes, cubriendo el hueco con el único todocamino de su cartera, el urbano 500x. Y luego está el Tipo, claro.


La historia del actual Tipo también es curiosa. Cuando la marca decidió dar carpetazo al Linea, aquel modelo altamente accesible sin llegar al triunfal concepto low-cost de Dacia, creyó conveniente seguir en la senda de ofrecer un coche de precio ajustado y gran capacidad, pero en vez de sacarse de la manga otro Punto con un tercer volumen añadido, crearon un modelo de cero. Resulta extraño que lanzaran un vehículo de este tamaño, pues la versión sedan se va a los 4,53 metros y la familiar a los 4,57. Para el 5 puertas, aplicaron el sistema del primer León, recortándole un volumen y quedándose en unos más lógicos 4,36 y cubriendo también así el, cada vez menos indispensable, segmento de los compactos.


Observando el coche con detenimiento cuesta encontrar dónde está el truco, pues en su aspecto no difiere en nada de otros modelos de marcas generalistas: la magia del diseño italiano logra un gran efecto con 4 toques de estilo aquí y allá y se obra el milagro. Parrilla con pequeñas lamas individuales horizontales, morro abombado con resaltes longitudinales, líneas laterales fluidas incluso en el SW y trasera con mucho gusto, con grandes pilotos sobre una especie de cornisa y pequeños spoilers enmarcando la ventanilla trasera. Nada que ver con otros modelos de similar planteamiento, como el C-Elysée o el último Toledo, cuyo plano diseño exterior e interior dejaba a las claras lo que el fabricante buscaba.



Sólo lo delata la anticuada y poco estética antena sobre el techo... pero al final, la radio se escucha perfectamente y es lo que cuenta!. Este SW se descuelga con 550 profundos litros de maletero (el 5 puertas mantiene a su vez la mejor capacidad entre los compactos con 440), habilitados en dos zonas con un falso suelo que se puede situar en dos niveles. Este hueco adicional lo ocupa el depósito de gas en los modelos híbridos, pero en éste lleva kit reparapinchazos, con lo que gana estos litros. El portón, por cierto, monta un muelle anti-rebote que permite que, al cerrarlo, baste con bajarlo hasta la mitad y lo mantiene allí, inmóvil, mientras terminas la maniobra sin miedo a que te suelte un gancho en el mentón. Buenos detalles, junto a la doble luz que ilumina el cofre, la cubierta flexible enrollable por tramos o los ganchos metálicos para estibar la carga.



Si accedemos a la zona de los ocupantes traseros, también veremos que han sido generosos con el espacio, sobretodo con el longitudinal, para poder descansar las rodillas a gusto. Incluso a lo ancho se disfrutan de algunos centímetros extras para acomodar a un hipotético tercer pasajero, pese a que está claramente configurado para dos -el asiento se abate en formato 60/40-. La forma de la carrocería obsequia a las cabezas con una altura casi, casi, digna de monovolumen y las abundantes ventanillas laterales eliminan cualquier sensación de claustrofobia. Cosa poco habitual, las puertas tienen un ángulo de apertura de casi 90 grados, cosa que agradecerán los cientos de usuarios de este modelo, pues es bastante usual verlo en flotas de transporte de pasajeros.


  

Venga, colocamos pues otro tick en este punto y pasamos al siguiente, uno de los más importantes en cualquier coche: el puesto de conducción.


Aquí creo que he pillado al Tipo. El diseño es muy sencillo, sin ningún tipo de alarde o complicación estilística. Como en el exterior, algunas inserciones cromadas -a media altura, en la base de la palanca de cambios, en los bordes del cuadro- hace que visualmente gane enteros, pero el efecto no está tan conseguido como en la carrocería. El hecho de ser un modelo con 5 años tampoco ayuda, pero ahí está la casi imprescindible pantalla superior flotante para mantenerlo actualizado. Pero cuando empiezas a presionar los mandos es cuando notas la diferencia, pues no tienen ese "toque" que cualquier marca generalista ha logrado hoy en día; el hecho es que aquellas están a un nivel que hace pocos años podría haber rivalizado con un premium y aquí el Tipo cojea, aunque es plenamente operativo y todo está donde se supone que tiene que estar. Además, parece que han aplicado la teoría del euro, ahorrando en pequeños detalles aquí y allá como para cumplir con un presupuesto ajustado. Si lo observas a conciencia, detectas que la cubierta de plástico duro superior es bastante fina, que los cinturones no tienen regulación en altura -en algunos acabados, ni el volante lo tiene-, que los mandos de elevalunas, aunque son para las 4 ventanas, no son de un solo toque -sólo lo es el del conductor-, que falta el típico huequito poco útil a la izquierda o la piña de luces -hacía años que no veía un coche que aún las tuviera en la palanca de intermitentes!-, que la guantera es mínima, el volante es enorme y junto a los pedales y los mandos de climatización son reciclados del Jeep Renegade, aunque esto no es un demérito precisamente... también me ha sorprendido el enorme tamaño de los retrovisores, que combinado con una pieza negra en el vértice de la ventana dificultan la visión en las curvas a izquierdas.


Por contra, al tratarse del acabado Lounge -el 4º en la escala- tiene detalles de equipamiento muy logrados, como el retrovisor interior que reacciona y se oscurece para evitar ser deslumbrado, el volante y el pomo del cambio en piel, puertas y apoyabrazos central tapizados en tejido suave tipo terciopelo, control por voz de un par de funciones de conectividad, conexión automática de luces, con lo que ahorras toquetear la antipática palanquita... sorprende, si lo comparas con los defectos anteriormente citados. Y sobretodo, añade unos asientos que son lo segundo mejor que encontramos en el coche.



Enormes, duros y firmes, son tan anchos que no acabo de llenar el respaldo con mi espalda. Genial el reposacabezas y la longitud de la banqueta, de los pocos que recuerdo que me han recogido el muslo al 100%, son realmente dignos de un modelo dos niveles por encima. Y qué es entonces lo mejor del coche? pues el motor, sin lugar a dudas.


No suelo incluir fotos de debajo del capó, pero ya que se han molestado en grabar el nombre, qué menos!. Se trata del 1.4 turbo de 120 caballos que ha pasado por vanos tan ilustres como el del Alfa Romeo Giulietta o el de los Abarth, aunque con distinta eléctronica y potenciados por encima de los 150 caballos. Tiene su veteranía, como demuestra el hecho de ser un 4 cilindros, pero ese aspecto le añade exclusividad y encanto. En frío sorprende por lo ruidoso, parece más un buen diesel que un mal gasolina, pero en cuanto coge temperatura se vuelve inaudible al ralentí. Las arrancadas fulgurantes no son lo suyo -más cuando tiene que lidiar con los tremendos 1.450 kilos en vacío del SW-, pero a partir de ahí es un motor de los que no te los acabas, con ese rugido gutural y embriagador de los motores turboalimentados soplando arriba.


 
En comportamiento tengo que decir que el Tipo no acaba de dar el ídem pues este motor le sobrepasa por todos lados. Con sus blandas suspensiones, tan cómodas en línea recta o negociando baches, las carreteras de curvas no son su hábitat y toca tomárselo con calma para evitar sacudidas innecesarias al pasaje, aunque luego puedas salir de las mismas como una bala. Vamos, al estilo de los auténticos americanos como el Mustang. Tampoco la dirección eléctrica ayuda, pues siendo poco precisa y no demasiado rápida, ni permite afinar buscando el límite de la calzada ni es amiga del fulgurantes cambios de dirección; a su favor, decir que la función City permite callejear o aparcar sin esfuerzo al sobreasistirla espectacularmente. Sorprenden para bien lo muy bien colocados que están el freno y el acelerador, permitiendo rápidas maniobras sin apenar forzar el tobillo o los cortos y firmes recorridos de la palanca de cambios, aunque es usual notar resistencias poco agradables al insertar primera o al cambiar a segunda. 


En la instrumentación se agradecen los grandes y claros diales -el de gasolina un poco antipático al funcionar a base de rayitas- y lo completa que es la pantallita monocroma central, que aparte de las típicas funciones de viaje y radio informa de la presión de los neumáticos, la temperatura del aceite, la carga de la batería o una curiosa función que permite cambiar la velocidad a millas por hora, opción también disponible en el Renegade, por cierto. Mucha de esta información incluso aparece duplicada en la pantalla flotante central, de un tamaño suficiente y de funcionamiento más que correcto.



Pero el auténtico prestigio, el truco final donde recibe los aplausos del público en pie está en su precio. Este año se ha realizado un ligero restyling y se ha mejorado el motor de entrada, introduciendo un moderno tricilíndrico de 100 caballos, pero los precios siguen siendo de lo más competitivo del mercado, con 12.000 para el SW, 11.000 € para el 5 puertas y algo menos incluso para el sedán, lo cual lo hace el modelo con la mejor relación precio/tamaño del mercado, incluso por encima de la marca rumana de referencia. Más aún, esta unidad en concreto, al acumular descuentos por fin de año y fin de serie tenía un precio irresistible, añadiendo equipamiento como asistente de arranque en pendiente, luces de apoyo en curva o sensores traseros de aparcamiento.

De hecho, la oferta era tan irresistible que me lo he comprado! 😀


Y hasta aquí la prueba de mi nuevo coche. En breve, más sensaciones al volante!.