martes, 2 de julio de 2019

El protegido (Unbreakable) - contacto Skoda Scala



En nuestro país, Skoda es una marca con un éxito comercial relativo. A todos nos es familiar su nombre, sabemos que pertenece al grupo VAG, que es de la República Checa y casi seguro que conocemos a alguien que tiene o ha tenido uno. Incluso hubo una época (pre-Toyota Prius) en la que 8 de cada diez taxis de Barcelona o Madrid eran Octavias, lo que siempre dice mucho de la durabilidad y de la relación precio/producto de un modelo. Y, aún así, no pasa de un discreto puesto 17 en el ránking de ventas en nuestro mercado... ok, ya mejora los resultados de España en Eurovisión, pero por su visibilidad parecería que debería irle mejor. Precisamente si hablamos de Europa, allí adelanta 10 puestos y se cuela en el top ten de las marcas más vendidas, con más de 1.200.000 vehículos comercializados al año, cifras que doblan, por ejemplo, las de nuestra querida SEAT.



Curiosamente, la estrategia de producto no parece la más adecuada, pues hasta la llegada del desdoblamiento de las gamas en SUV's, se basaba en un polivalente (Fabia), una berlina media (Octavia), y una gran berlina (Superb)... no falta nada? pues sí, un compacto, piedra angular de la mayoría de marcas en Europa. Aún así, gracias a llevar el apellido "by Volkswagen", al tirón de sus versiones deportivas RS y a una acertada política de diseño, ha sabido cubrir esta importante carencia hasta que se han decidido a presentar su opción en el segmento, eso sí, a su estilo.


Así, este SS (Skoda Scala para los amigos), mide 4,36 metros y está diseñado casi directamente como un familiar, con las ventajas de aprovechamiento del espacio que eso conlleva, santo y seña de la marca en la actualidad (véase, por ejemplo, el post del kodiak). Por lógica, debería derivar de la plataforma del Golf/León, pero no, se basa en la del Polo convenientemente alargada. Es decir, que Skoda sigue rentabilizando el truco que usaba SEAT en los 90 cuando también contaba con una reducida gama de productos, esto es, sacar modelos que estén a medio camino entre dos grupos para cubrir ambos y con un precio que se acerque al más económico. Esto le permite ofrecer un producto que destaca por su buen espacio para las piernas de los pasajeros traseros y un maletero respetable, de 467 litros, cuando el mejor de su categoría ronda los 400. Por cierto, es destacable lo bien resuelta que está la zaga, con una especie de balcón invertido que recorre toda la parte inferior de la ventanilla trasera.


Aunque su llegada conlleva la desaparición del Spaceback, no queda claro que pueda decirse que lo sustituya, pues aquél era otro exponente de aquel experimento de modelo de menores pretensiones (low-cost) compartido con el SEAT Toledo que el grupo se sacó de la manga hace unos años. En cualquier caso, aquel Spaceback/Rapid, pasa a engrosar las listas de Skoda's desaparecidos, como aquel estrafalario Roomster o el muy inteligente Yeti.


En el interior, Skoda ha sabido labrarse un inteligente camino dentro del grupo, pues ha conseguido mantener una marcada personalidad, lo cual no es poco cuando hablamos de VAG: sirva como ejemplo el artístico tirador cromado interior de las puertas, lejos de aquel insulso mando de plástico poco lucido de hace años. Mi opinión personal es que se sitúan incluso por encima de su casa madre, poco dada a las veleidades artísticas; evidentemente, la calidad de acabados no es comparable, aunque por lo menos le han dotado de una zona superior acabada en plástico blando. Y siguen llamando la atención los múltiples detalles inteligentes (Simply clever), como ese paragüas con su propio hueco dentro de las puertas o algo tan básico como dotar al tirador que libera la banqueta para regularla a lo largo de un práctico y enorme asa, para no tener que ir buscándolo a ciegas bajo el asiento...


La motorización de la prueba era la intermedia de gasolina, la que posiblemente tenga más éxito. Se trata del tricilíndrico con turbo de 115 caballos, más que razonables para mover los poco más de 1.200 kilos que pesa el Scala. Con la misma potencia, hay un actualmente marginado 1.6 TDI, hasta hace poco la joya de cualquier fabricante y hoy día motorización de venta casi residual... cosas de la vida!. Desde ya, hay también a la venta una versión supervitaminada de 150 CV y parece ser que más adelante habrá otra descafeinada de 95 junto a un gaseoso de 90 CV.  La más potente monta el siempre deseable cambio DSG de 7 velocidades, aunque hay que decir que la timonería del cambio se ha revisado en este nuevo Skoda y se ha logrado un tacto muy bueno y que denota calidad en cada movimiento. Lástima que la elevada posición del pedal del embrague no acompañe, pues es necesario elevar demasiado la pierna izquierda cada vez que se quiere cambiar de marcha. Un pequeño lunar en un coche en el que es difícil encontrarlos, pues es como un Renault: no destaca en nada, pero tampoco tiene errores de bulto.


La verdad es que es un coche muy agradable de conducir. El tricilíndrico tiene suficiente empuje, gira muy fino y emite un relajante murmullo, la dirección es suave y cómoda de accionar, como ya he dicho, el cambio es muy agradable de usar... no enamora, es un coche que transmite calma zen, y es un perfecto ejemplo de lo que debe ser un utilitario. Durante la prueba, el monitor de la marca me comentaba que "por el precio de un Polo, tienes un modelo mucho más capaz", pero al tocar los mandos del volante y notar que se mueve toda la cruceta a la vez, me da que pensar que mi acompañante no ha caído en la cuenta de que quizás yo no necesite tanto espacio detrás o no tenga donde aparcar un coche de esta medida y que quizás valore más el plus de refinamiento interior que ofrece el pequeño Volkswagen. Además, el espacio longitudinal trasero será muy bueno, pero al derivar una plataforma pequeña la anchura es menor que en cualquier compacto auténtico (por ejemplo, el Ford Focus). O también llama la atención lo esquemático de los gráficos que usa la pantallita entre las dos vistosas esferas frente al conductor: acostumbrado a que las marca lo inunden de vistosos colorines e imágenes en 3D, éste es monocromo y, tan sencillo, que parece que, en cualquier momento, aparecerá PAC-MAN por un lateral para comerse las indicaciones. Detalles no tan simply clever.

En definitiva, un modelo que no acaba de cuajar como compacto, pues le falta algo, ese intangible en la pisada que sí tienen sus competidores, que son muchos y muy buenos. Se le nota ágil y ligero, pero le falta aplomo; su base de la categoría pequeña le delata, y pasa mejor por ser un formidable utilitario con carrocería alargada que por un mal "4 metros", aunque por precio estará con éstos para no pisar al Fabia.

Qué aburridos, los conductores europeos!


Y con este bombazo informativo, doy por cerrado este post. En breve, más sensaciones al volante, posiblemente a bordo de un SUV deportivo o de un auténtico TT: aún tengo que decidirlo...

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