miércoles, 8 de noviembre de 2017

La ciudad sí es para mí - prueba Volkswagen e-up!



El anuncio de restricciones al tráfico privado contaminante en las grandes ciudades ha dado alas a las ventas de vehículos eléctricos, híbridos y cualquiera que pueda lucir la pegatina azul de cero emisiones o azul y verde de ecológico... me lo parece a mí o, por citar un modelo, cada vez se ven más Toyotas H-CR por las calles? (http://theredstig.blogspot.com.es/2017/01/lexus-inspiration-contacto-toyota-h-cr.html). La movilidad es básica y, aunque sólo Barcelona y Madrid han anunciado  restricciones para los próximos años, los conductores se han puesto las pilas (nunca mejor dicho) en vehículos alternativos y el interés por éstos ha subido de manera exponencial.

Las marcas de coches deben tener buenos asesores o una bola de cristal, porque hace tiempo que empezaron a verle las orejas al lobo de la contaminación y, quien más quien menos, todos cuentan desde hace un tiempo con modelos que se salvarán de la quema.

Gracias a una iniciativa en la que participaba el concesionario Motorsol (https://www.facebook.com/motorsol.es/) he tenido la oportunidad de ponerme a los mandos de su pequeño vehículo urbano, el simpático Up!, en su versión eléctrica, y así completar mi trilogía sobre vehículos de la marca alemana, junto al Arteon (http://theredstig.blogspot.com.es/2017/08/ascenso-al-olympo-presentacion.html) y al Polo Bluemotion (http://theredstig.blogspot.com.es/2017/10/40-anos-no-es-nada-prueba-volkswagen.html).



Para 2020, la marca de Wolfsburgo ya tiene preparada la gama I.D., vehículos diseñados directamente para impulsarse con energía eléctrica, con lo que ello conlleva en materia de diseño y aprovechamiento del espacio, pero, hasta entonces, tiene en el mercado variantes electrificadas del compacto Golf, la berlina Passat y este pequeño gran ciudadano de sólo 3,6 m.


Exteriormente, el hecho de ser eléctrico no le ha supuesto grandes cambios. Si eres muy observador, verás que el frontal está sellado, las llantas son de diseño específico y, obviamente, lo más importante, no tiene tubo de escape. Pequeños detalles en azul lo delatan -vale, a éste además los vinilos publicitarios laterales-, más el cable de recarga que lo conecta al wall-box para recibir los 150 km. de autonomía de que dispone. Es tan obvio que deriva de un coche que ya existe que hasta el punto de recarga lo tiene situado donde encontrarías habitualmente la tapa del depósito de combustible...



Empezando por el final -del coche-, hay que decir que el maletero cubica unos razonables 250 litros para su longitud exterior. Más que hablar de maletero, sería correcto hablar de "bolsero", pues no parece que tenga capacidad más allá de unas cuantas bolsas de compra; aún así, unas maletas de tipo cabina de avión seguro que entrarían, pero no es ése el objetivo del coche. Sorprende lo alta que está la base, pues da la sensación de que debajo hay otro cajón auxiliar: en cualquier caso, siguiendo con la tónica del coche, clava los datos del resto de versiones, salvo la animada por gas que se queda en 213 litros.

Una vez dentro, y, sobretodo, en la parte de atrás, ves que el aprovechamiento del espacio ha sido excelente, pues 4 adultos se acomodan con total comodidad. A ello contribuyen los finos asientos delanteros, sencillos por diseño pero muy cómodos y con el reposacabezas incluido.





Igualmente básico es el diseño del salpicadero, sin grandes alardes, pero con una calidad que llama la atención por la excelencia que se ha conseguido en su terminación.



El volante tiene un acabado de alta gama, la consola central, perfectamente integrada, transmite igualmente sensaciones de lujo sólo con pasar los dedos por encima... aunque el pequeño tamaño de la pantalla delata la veteranía del modelo. La parte superior está revestida de un material con un dibujo que simula fibra de vidrio y una fina linea azul se ilumina separando visualmente ambas partes.


Sentarse al volante y encontrar la mejor postura es todo uno. En esto Volkswagen es una experta y no parece que vaya a perder esta ventaja con el tiempo: más aún, al tratarse de un coche automático y no depender de la posición del embrague, la comodidad es total. Y eso que el volante es sólo regulable en altura, uno de los peajes que hay pagar por tratarse, al fin y al cabo, de un modelo muy básico pensado para trayectos reducidos. Igual pasa con los elevalunas, que no son de un sólo toque, o las ventanillas traseras, fijas;  tampoco es que sean un gran hándicap estas carencias, pero siempre llama la atención en un modelo que se supone tope de gama y que destila tan alto nivel.

Pero toca ya ponerse en marcha. Apretamos el botón de Start y el interior se convierte en una feria de colorines: que se note que la electricidad está ahí, aunque el objetivo es no derrocharla en exceso.


Como no podía ser de otra manera, el cuadro de mandos también es el original, pero adaptado a las peculiaridades de esta versión. Así, el cuentarevoluciones añade un recorrido "en negativo" que te permite ser consciente de que estás recuperando energía al frenar;  de hecho,, no tiene mucho sentido que te informe de lo primero pues tampoco hay forma de manejar el cambio de manera manual y el dato se convierte en anecdótico. La otra esfera lateral hace las veces de indicador de combustible, pero su funcionamiento es singular, debido a que cuando marca "lleno" tiene una autonomía máxima de 150 km... es obvio que aquí la culpa es mía, pues inconscientemente pienso en que un depósito a tope debería dar para casi 1.000 km., pero, claro, siempre en motores térmicos. Para su conducción, es así necesario cambiar el chip, pues, de hecho, al acabar el recorrido de 15 minutos de prueba ya había bajado 1/8, con la falsa sensación de que siempre estás conduciendo en reserva.


Los modos de conducción disponibles merecen una explicación, pues no es un tema baladí. Puedes circular en normal, eco y eco +, lo cual hace que la autonomía cambie al instante. Es un poco desconcertante que, circulando en eco te indique 140 km. de alcance y, al pasar a normal, baje al instante 20 km... ahí, esfumados, como el demonio al final de la película "Sospechosos habituales"!. Evidentemente, no parece buena idea tocar este tema por debajo de ciertos niveles, porque te puedes ir al "0" directo...

Otra peculiaridad del cambio es que te permite regular la capacidad de frenada automática entre cinco niveles, entre el que no actúa y el que sólo está recomendado para bajar puertos de montaña. La idea es que, al soltar el acelerador, una dinamo entra en funcionamiento -como en las bicis antiguas, vamos-, aprovechando la inercia para generar y recuperar energía eléctrica. La gracia está en ir combinando modos de conducción y niveles de regeneración según las características del recorrido y tus preferencias personales o lo lejos que quieras llegar ese día. En el recorrido de prueba, por ejemplo, probé un nivel de retención alto en una calle en subida y en cuanto soltaba el acelerador el coche se clavaba al suelo, como si hubiera tirado un ancla por la ventanilla. En cambio, si aparcaba los modos eco, la respuesta del coche era instantánea, de puro deportivo: en un momento dado, por ejemplo, caí en la cuenta de que tenía que girar a la derecha en pocos metros y estaba parado en un semáforo en el carril de la izquierda. Pues nada, seleccioné rápidamente el modo Normal y tal como pasó a verde pisé con ganas el acelerador...en el tiempo que tardó el conductor del coche de al lado en pisar el embrague y poner primera yo ya estaba girando a la derecha varios metros más allá!. Vamos, que es como conducir un auto de choque, con la explosiva reacción de su motorcito eléctrico...


Como bien me apuntó mi acompañante de la marca, tiene tanta fuerza que el modo Normal podría equipararse con el Sport que montan otros modelos. Y si la respuesta del motor sorprende, aún más lo hace el tacto de la dirección y la estabilidad que demuestra el chiquitín de la casa. Cada vez tengo más claro que Volkswagen se esfuerza en dotar a sus modelos de un tacto de dirección perfecto, totalmente premium. Gira en un palmo, y con muy poco movimiento del volante inscribes el coche en la trayectoria, resultando innecesario corregir la trazada en ningún momento: siempre pasa exactamente por donde le indicas. Para un slálom entre conos se quedaría un poco corta de velocidad, pero los esquivarías sin verter una gota de sudor ni rozar ninguno.



Otro tanto se puede decir de la estabilidad y el aplomo que demuestra... no exagero si digo que al bajar me dieron ganas de coger un metro y comprobar por mí mismo que medía sólo 360 cm., porque me recordó mucho al Golf e incluso por encima del Polo que pude probar este verano! Sospecho que aquí se produce un efecto colateral positivo del peso que le aportan las baterías; éstas suponen hacerle ganar 200 kilos -de menos de 1.000 a 1.200-, pero la situación en la base de la plataforma lo hace endiabladamente estable. Las excelentes suspensiones -firmes, pero sin ser incómodas-, también aportan su granito de arena para hacerlo muy divertido de conducir... tanto como la atracción de feria que citaba antes.

La verdad es que al probarlo te encuentras ante un panorama que no te esperas: es un coche rápido, ágil, estable, donde 4 adultos se moverán cómodamente con algunas de sus pertenencias... con una carrocería biplaza de diseño más atractivo, sería un auténtico juguete. La única pega sería su reducida autonomía, pero si eres consciente de ésto, es obvio que te puede dar muy buen resultado e, incuso, proporcionarte mucha diversión.


Y hasta aquí la prueba de este coche eléctrico. Como siempre, recomendar seguir mi página de Facebook para no perderse las pruebas que voy haciendo (https://www.facebook.com/Theredstig/) y el grupo Conduce Coches (https://www.facebook.com/search/top/?q=conduce%20coches) para no perderse ningún evento donde ponerse gratis al volante de todo tipo de coches. Y si quieres probar vehículos eléctricos, no olvides pasarte este fin de semana (11 y 12 de noviembre) por el Expoelectric de Barcelona.


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