Me encantan los coches; siempre me han entusiasmado. Tengo carnet desde el 92 y, desde entonces, he conducido más de 100 vehículos, unos 50 modelos de 25 marcas distintas. No pierdo oportunidad de ponerme al volante de cualquier modelo/marca, probarlo, fotografiarlo y explicar mis sensaciones aquí, en mi humilde blog, así como tratar otros aspectos de este apasionante mundillo (competición, viajes, eventos, historia...)
martes, 31 de marzo de 2020
Es un pájaro? es un avión? - contacto Seat Tarraco
No, es Super-Seat!
Hubo un tiempo en que todas las marcas suspiraban por tener una gran berlina clásica, de tres volúmenes, que ejerciera como tope de gama ("buque insignia", tomando el argot de la marina). Así, teníamos circulando los Renault Safrane, Opel Omega, Citroën C6... etc. pero Seat no acababa de encontrar su hueco al respecto. Sí, el Toledo se acercaba, pero los proyectos secretos sobre una gran berlina española que aparecían de tanto en tanto en la prensa especializada nunca acababan de materializarse. Volkswagen hizo un amago con el Exeo, pero seguía sin ser lo mismo y tanto esperaron que el momento pasó y llegó el fenómeno SUV, acabando por desterrar la idea de tener un Seat de porte y corte clásico.
Pero como hay mal que por bien no venga, el grupo VAG ha permitido el lanzamiento de este Tarraco para cubrir este histórico hueco en la marca de Martorell. La tecnología de módulos y el ataque indiscriminado de los alemanes en todos los frentes ha dado a luz a este modelo de casi 4,75 metros mellizo de los Tiguan y Kodiaq que, dicho sea de paso, no llega a ser el más grande fabricado por SEAT actualmente, pues el Alhambra lo supera en 10 centímetros, aunque ya se sabe que los monovolúmenes no cuentan hoy en día para casi nadie.
Este nexo común hace que los tres tengan un aire de familia más que innegable, con pocas diferencias visuales más allá de la forma del pilar C (panorámica en el Skoda y con un quiebro bastante semejante en los otros dos), pero con una clara diferenciación en el morro y en el interior. Quizás uno de los aspectos más interesantes de este nuevo Tarraco en temas diseño no es lo que es, sino lo que anticipa: basta observar la zaga, con los pilotos unidos por una tira de leds y, sobretodo, el frontal, con la parrilla de 6 lados -a mí me recuerda al escudo de Superman, con la S enmedio-, los faros claramente retrasados, el capó en bajada con dos lineas a lo largo... sí, daba el pistoletazo de salida al estilo que el nuevo León ha sublimado!
En el interior, es de agradecer que no se haya, simplemente, reciclado el del Ateca y se haya intentado darle una personalidad propia. Dentro de un orden, claro, pues desde el módulo del climatizador hacia abajo la disposición y piezas son calcadas a la de cualquiera de los otros modelos de VAG, pero al menos toda la parte superior, más visible, sigue el estilo actual de SEAT, con abundancia de lineas rectas, sobrias y sencillas y en el que los aireadores ganan protagonismo a base de formas y molduras destacadas.
Obligado el digital cock-pit, llama la atención la variedad de vistas distintas de que dispone: con esferas completas, con semi-esferas al estilo BMW o con una versión minimalista que incorpora una imagen del propio vehículo.
También me ha gustado el tamaño de la pantalla táctil central, con la calidad habitual del grupo en imagen y rapidez y que destaca por su buena ubicación, alineada con el los indicadores de conducción.
En la parte delantera el espacio disponible no impresiona tanto, vistas las dimensiones exteriores, estando al nivel de cualquier otro SUV de tamaño semejante. De ahí para atrás, en cambio, la cosa es distinta, con una zona trasera del tamaño de la nave central de la Sagrada Familia. Ello le permite disponer de un maletero de récord, 760 litros (700 si se montan los dos asientos auxiliares), aunque con un cierto truco, pues la banqueta trasera es deslizable y dicha capacidad se corresponde con la posición más avanzada. Por desgracia no monta 3 asientos individuales, el ideal para cualquier vehículo con aspiraciones familiares, sino un respaldo corrido con una protuberancia que lo hace impracticable para el ocupante de en medio... en fin, las marcas siguen con aquello de que "dos son compañía, tres multitud"!. Volviendo a los asientos principales, son auténticos butacones, muy amplios y cómodos, aunque con una sujeción lateral no demasiado acusada y que parecen venir directamente del Tiguan... tiempos aquellos en los que se desarrollaban unos específicos para la marca, como los del Altea, que marcaron época!.
Para la prueba, no se ha reparado en gastos y la versión es la gasolina 2.0 TSI, 190 caballos, 4drive, cambio DSG... 45.000€ para un producto de elevada factura, tanto por el acabado que proporciona la versión Xcellence como por el precio a desembolsar por él.
Del rendimiento del conjunto motor/caja de cambios, poco se puede decir que no se sepa ya: potencia a raudales -tanta que no le afectan ni las 2 toneladas que puede llegar a alcanzar con dos ocupantes- y un cambio automático plenamente satisfactorio, ya sea en uso manual con las levas, ya sea dejando que actúe la inteligencia artificial del DSG, pues responde con celeridad a las órdenes del acelerador. En lo que sí he notado un claro cambio respecto al Ateca ha sido en el tarado de las suspensiones, claramente más orientadas al confort que a la efectividad. Efectivamente, si en el SUV compacto era notoria la firmeza que mostraban, este Tarraco me ha sorprendido con un tacto más suave, que no esconde las inclinaciones de la carrocería en fuertes apoyos... pese a llevar activado el modo Sport. Cierto es que la dirección sigue siendo su gran aliada para que la diversión no decaiga, pero como conductor entusiasta que soy hubiera preferido un ajuste aún más rígido cuando quiero lo que quiero, pero eso hubiera ido en contra de la definición de asientos que monta, como decía, claramente más orientados al confort que al agarre. En fin, imagino que para eso está la versión FR, con asientos tipo baquet de los que meten miedo nada más verlos.
Pero en global es un buen producto, con la calidad habitual de cualquier marca del grupo VAG y añadiendo un estilo visual marcado y una leve diferenciación dinámica de la que carecen sus hermanos. Quizás llegaremos a echar de menos las berlinas tricuerpo, pero está claro que de porte y distinción estos grandes SUV no van precisamente escasos.
En breve, más sensaciones al volante en mi blog! y cambio de tercio para probar un tipo de vehículo de los que ya van quedando pocos...
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